Consagración a San José


Yo N.N. me postro delante de ti, oh gloriosísimo San José, y te venero como purísimo Esposo de la Madre de Dios, Jefe de la Sagrada Familia, Padre nutricio de Jesucristo, y fiel depositario de los tesoros de la Trinidad Santísima. Yo reverencio, oh San José, en tu persona, la elección hecha por Dios Padre, que quiso compartir contigo su autoridad sobre su Hijo; la elección hecha por el Hijo que quiso estarte sujeto, y vivir del trabajo de tus manos; la elección hecha por el Espíritu Santo que quiso confiarte su queridísima e inmaculada Esposa, dándotela por compañera. Me alegro contigo por la dicha que tuviste de llevar a Jesucristo en tus brazos, de recostarlo en tu seno, de abrazarlo amorosamente, de mojarlo con tus lágrimas, entre aquellas santas caricias con que tan a menudo te favoreció el Divino Niño.¿Quien podrá comprender todos los tesoros de luces, de sabiduría y de gracias, que tu recibiste durante los treinta años que pasaste con Jesús y María?

Penetrado de respeto y de amor a vista de tus grandezas y de tu santidad, te ofrezco y consagro mi corazón. Después de Jesús y María, tu serás mi dueño y guía. Te tomo en adelante como Padre y protector; dígnate mirarme como hijo tuyo; hazme sentir los efectos del gran valimiento que tienes para con Dios y la tierna caridad que tienes para conmigo; obtenme una sincera conversión, y todas las gracias que necesito para llenar sus adorables designios.

Alcánzame el espíritu de recogimiento, la vida interior, la fidelidad a la gracia, la unión con Dios, la humildad de corazón, la perfecta conformidad con la voluntad divina, la paciencia en las adversidades, el aprecio y amor a las cruces y sobre todo un amor ardentísimo a Jesucristo y a su Santa Madre, virtudes todas que constituyen su verdadero particular carácter. Finalmente, por le privilegio de tu dichosísima muerte, obetenme, oh gran Santo, una muerte semejante a la tuya en el sacrificio perfecto de mi voluntad a Jesús y María. Amén.


San José, modelo y patrón de los amantes del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.

(100 días de indulgencia: León XIII, 19 de dic. de 1891)


Nichán Eduardo Guiridlian Guarino


1 comentario:

Anónimo dijo...

Consagración como hijo y esclavo de amor del Señor San José
Complemento de la esclavitud mariana (explicitación)

Oh glorioso Señor San José, hijo predilecto del Padre y su representante ante el Hijo, lleno del Espíritu Santo y au representante ante su divina Esposa, esposo de mi Dueña y Madre.
En mi extrema indigencia, acudo a ti, pidiéndote me permitas acceder y vivir en la atmósfera del hogar que presidiste en la tierra para permanecer allí bajo tu sombra en Nazareth, enseñándome a crecer, como lo hiciste con el Niño Dios, “en edad y sabiduría delante de Dios y de los hombres”; para esto especialmente, aunque indigno, aceptad mi ofrecimiento: yo ………………………. , pecador infiel, esclavo de María, me consagro hoy en presencia de toda la Corte Celestial como hijo y esclavo de amor tuyo y siendo tú, desde ahora y para siempre, mi papá (abba) recibir tu espíritu de amor aprendiendo a vivir en el silencio, la sencillez, humildad, y discreción que fueron las tuyas, compartiendo la alegría de conocer, amar servir, imitar, hablar, y defender a Nuestros Señores Jesús y María.
Enséñame a orar, se mi guía y maestro en la vida interior, protégeme y guárdame de todo peligro, toma mis intereses como tuyos hasta que un día podamos agradecer y cantar eternamente las misericordias de Dios. Amén

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Soli Deo